Lost Planet 3 coquetea con el survival-horror

Lost Planet 3 se presentó el reciente Captivate’12 y fue toda una sorpresa para los asistentes. De hecho todo lo que rodea a este nuevo juego de la franquicia es sorpresa tras sorpresa. Enumeramos: Es una precuela, está más orientado al argumento, los mechas VR no existen tal y como los conoces, sino que se llaman Rigs y no están pensados para luchar, debes cuidar de tu Rig para sobrevivir, los malos de los otros juegos son ahora los buenos, tendrá un sabor sandbox, y no lo desarrolla Capcom directamente.

Spark Unlimited es la nueva desarrolladora de Lost Planet. Con un poco de memoria recordamos que es el estudio que hizo los maltrechos Legendary y Turning Point, así que otra sorpresa más por esta decisión de Capcom. Por suerte, Keiji Oguro seguirá siendo el director de todo el proyecto para que todo quede, más o menos, en familia.

Después del batacazo de Lost Planet 2, la saga tenía que reinventarse para no caer en el olvido. El tercer capítulo es un cambio radical respecto al segundo juego. Se parece más al primero en términos, digamos, jugables, pero el enfoque busca una experiencia con aroma survival-horror.

Al ser una precuela todo cambia de golpe. Retrocedemos en el tiempo y el planeta E.D.N. III vuelve a sus orígenes helados. Paradójicamente, además, la compañía NEVEC que eran los “malos” de los otros juegos son ahora los “buenos”, con una intención totalmente altruista: recuperar el planeta de su estado gélido para hacerlo habitable. El enemigo principal ahora serán los Akrid, y el protagonista será Jim, un minero de la compañía.

El argumento central se desconoce, pero sí se saben ya algunos detalles sobre cómo se desarrollará la aventura. Estará estructurada en misiones y sub-misiones libres. Desde la base deberás escoger qué quieres hacer, luego cumplir los objetivos que toquen y regresar de una pieza para otra misión. No serán misiones lineales aunque muchas harán avanzar la trama, en un sistema que me puede recordar a Dead Rising sin las imposiciones de tiempo.


Es en las misiones donde el juego cambia radicalmente. Para soportar el extremo frío, irás siempre en un robot mecánico. Los VR, unidades de combate de Lost Planet 1 y 2, no existen. Lo que hay ahora se llaman Rigs, y son grandes máquinas de minería o transporte, por lo que no tienen armas. Ganchos, brazos y taladros como mucho.

Una novedad importante es que subidos a los Rigs lo verás todo en primera persona, al estilo MechWarrior o Steel Battalion. Y además, sólo cuando estás dentro de estas máquinas tendrás acceso al minimapa de posición, podrás comunicarte y verás un radar que detectará a los enemigos Akrid. Además de estar calentito a salvo del frío.

Jim puede salir en cualquier momento a la intemperie -ahora sí, en tercera persona-, pero es arriesgado. La sensibilidad del cuerpo humano al frío extremo la notarás más que nunca. Tu temperatura bajará muy rápido, te costará avanzar por la nieve, puedes perder el equilibrio por los vientos, tendrás más dificultad para ver… Peor aún, no tendrás ni mapa para guiarte ni radar de enemigos, y las comunicaciones con la base se perderán si te alejas mucho del Rig.

Debes cuidar de tu Rig para no quedarte tirado. Sin el Rig no podrás regresar, así que cada vez que se congele tendrás que salir y quitarle el hielo. Puede que tengas que dejarlo aparcado para acceder a zonas más difíciles, y después tendrás que volver para recuperarlo… es decir, la supervivencia está mucho más marcada en Lost Planet 3.


No todo son escenarios helados. La parte terrorífica la encontramos en cuevas y edificios enterrados en el hielo. Estructuras antiguas que nadie conoce ni sabe qué hacen ahí. Serán la clave de la historia y ofrecerán la parte más survival-horror del juego. Obviamente los Rigs no pueden entrar aquí, así que desmontaremos y entraremos en esas zonas oscuras, armado con escopetas o ametralladoras.

Mientras que el ritmo del juego subido a los Rigs, peleando con gigantescos Akrid a puñetazos (literalmente), será más rápido y vibrante, en los escenarios cerrados el juego se calma para presentar unos Akrid inteligentes y pacientes, que se ocultan tras las sombras, en un estilo que recuerda mucho a Dead Space.

Puede que Lost Planet 2 fuese una decepción, pero Capcom aprende de sus errores y busca con esta tercera entrega recuperar el origen de la saga. No en vano, Keiji Oguro ha afirmado varias veces que este juego es el más fiel a la idea que siempre ha tenido del juego. Por desgracia tenemos que esperar hasta el próximo año para jugarlo. Esperemos que se enseñe algo en la feria E3.